Parecía que se habían calmado las aguas en el Manchester United tras el adiós de Cristiano Ronaldo, sobre todo después de que el equipo haya conseguido una buena dinámica enlazando varias victorias entre la Carabao Cup y la Premier League, pero la tensión volvió a aparecer este miércoles en el encuentro ante el Crystal Palace.

Faltaba muy poco para que se cumpliese la primera media hora de partido cuando Antony estalló contra el capitán, Bruno Fernandes, después de que el brasileño intentase intentaba articular un ataque que abriese el marcador en Selhurst Park.

El '21' de los Red Devils conducía por la banda derecha acompañado del portugués, unos pasos por delante, y rodeados de rivales. Soltó el balón el carioca para cedérselo al centrocampista, que no leyó bien las intenciones del delantero cuando este le pasaba el balón y no pudo controlarlo.

El error desesperó a Antony, que gesticuló muy enfadado diciéndole algo a su compañero. No dudó en responderle Fernandes mientras hacía su camino al centro del campo para seguir el partido mientras el brasileño seguía dirigiéndose a él.

Al borde del descanso, el luso anotaría para adelantar a los suyos y marcharse a vestuarios con un resultado muy positivo. Ambos celebraron juntos el gol chocando la mano y abrazándose, dejando atrás cualquier rastro de enfrentamiento.

El encuentro terminaría con empate a uno en el marcador después de que el Crystal Palace anotase el tanto de la igualada en el minuto 90. Además, el United acabó el choque con otra mala noticia: no podrá contar con Casemiro en el siguiente partido -en el que se mide al líder, el Arsenal- porque el brasileño vio amarilla.